domingo, 10 de febrero de 2008

La importancia de la sorpresa en el amor. por Leo Buscaglia


Hasta los enamorados más ardientes tienden a aplacarse y sosegarse con el amor. Al sentirnos cómodos, sin una pizca de descontento, damos por sentadas nuestras relaciones y empezamos a ser muy complacientes. Esto traerá inestabilidad en el amor.
Los síntomas de un problema en gestación abarcan la aceptación de todo, el deseo de permanecer seguros viajando por senderos conocidos, y el sentimiento indefinible de que algo está faltando...
El remedio incluye el deseo de avanzar más intrépidamente por caminos exitantes, que nos asombrarán y nos ayudarán a renovarnos.
Nada es tan fatal como la capacidad de poder predecir. Las rutinas adormecedoras se meten insidiosamente en nuestras vidas: el desayuno en el mismo restorán después de asistir a la iglesia los domingos a la mañana, la salida con la familia política los miércoles, el cine los viernes..
Estos hábitos se arraigan en nuestras vidas hasta que nos encontramos atados, limitados a experimentar pequeños suspiros de la vida de vez en cuando.
En éstas situaciones necesitamos desesperadamente un acto casual, una cena sorpresa, un regalo inesperado, algo de locura, para sacudir esa existencia nociva y rutinaria.
El amor se marchita con la rutina. Su propia esencia es la sorpresa y el asombro. Cuando el amor cae prisionero de lo mundano queda despojado de toda su pasión para siempre...



Texto: Leo Buscaglia (fragmento de Reflexiones sobre el amor"
Foto: www.flikrs.com por magistr 01"our story"

6 comentarios:

Una dijo...

Cuando uno cae en la rutina,o la rutina no nos deja valorar lo importante,sólo hay que imaginarse cómo sería nuestra vida sin esa persona y si sientes un escalofrío de miedo...hay que aprender entonces a amar hasta sus defectos.Elegirle cada día, eso es, o de vez en cuando. Esto se lo digo yo siempre a mis hijos, ya que yo también lo he practicado en el pasado. Uno está harto de esa persona un día, te detienes a imaginar una vida sin esta persona y a esperar tu reacción.

Chapellina dijo...

No A La Monotonía!

Graciela, un abrazote :)

Mónica dijo...

Hola graciela!!!! ¿Cómo estás? Vengo del blog de josé... ahora ya no me olvido de ti...

Y me encantas estos textos que extraes de los libros de Leo Buscaglia ¿xq? pues es la vida misma... muy bueno...

Bsss. gra... nos seguimos viendo.

nieve dijo...

Hubo una vez en la historia del mundo, un día terrible en el que el odio, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes convocó a una reunión urgente con todos ellos.

Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos mas perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cual era el propósito.

Cuando estuvieron todos hablo el Odio y dijo: “los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien".

Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio que estaba hablando y el siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre si quien seria tan difícil de matar para que el Odio los necesitara a todos.

Quiero que maten al Amor", dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más que uno le tenía ganas.

El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo: “Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocaré tal discordia y rabia que no lo soportara". Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron tan decepcionados. “Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante”.

Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo: “En vista de que El Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará”. Y empezó la ambición el ataque hacia su víctima quien, efectivamente cayó herida pero después de luchar por salir adelante renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.

Furioso el Odio, por el fracaso de la Ambición envío a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar el amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas.Pero el Amor confundido lloró, y pensó que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.

Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros, envío a la Frialdad, al Egoísmo, a la Cantaleta, La Indiferencia, la Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.
El Odio convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás: “Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos”.
De pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido y que vestía todo de negro, con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte: "Yo matare el Amor", dijo con seguridad.

Todos se preguntaron quien era ese que pretendía hacer sólo lo que ninguno había podido. El Odio dijo: “ve y hazlo".

Tan solo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles después de mucho esperar que por fin EL AMOR HABIA MUERTO.

Todos estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: “Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado” y sin decir más se marchó.

“Espera " dijo el Odio, “en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿¿Quien eres??”

El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo:

SOY LA RUTINA

Por eso es tan importante luchar en contra de la rutina, y yo diría que no sólo en el amor, sino en todos los ámbitos de nuestra vida.

Un besote

Graciela dijo...

nieves, gracias por tan bello aporte como siempre, un placer tus visitas!!!

Camino incierto cuanto me agrada que estés de nuevo por aquí, se te extraña , un beso y gracias por tu comentario(para pensar eh!, intrincado el mundo de los sentimientos humanos!)

Para ambas: las quiero!

Graciela dijo...

Monica, gracias!!!y claro que nos seguimos viendo!!! Besos!!