martes, 25 de marzo de 2008

"La palabra siempre" por Violetta Castañeda

Nos alivia pensar que nuestros hijos vivirán durante toda nuestra vida,
que los amigos estarán a nuestro lado hasta el final...
que todos los embarazos llegarán a término,
que todos los bebés nacerán sanos, y vivirán por muchos años.
Nos empeñamos en jurarnos amor para toda la vida,

aún sabiendo que es sólo una expresión de deseo...
En el amor, como en la vida, los "siempre",

los "para toda la vida", los "nunca", nos calman...
nos eximen de pensar en lo peor, en la muerte,
en los imprevistos, en el dolor, en la injusticia, en los imponderables...
Y cuando las cosas no salen como hubiéramos querido,

siempre podemos culpar a Dios, al destino, a la mala suerte...
Lo cierto es que la vida se maneja bien distinto...

nos sobresalta, nos confunde, nos enoja, nos cambia los planes,
y cuando nos acostumbramos, nos lo vuelve a cambiar.
Y que, a la larga, cuando miramos para atrás,

cada cosa fue para mejor.
Claro, si lo sabemos ver...
Tal vez debiéramos vivir con más entrega,

con más ingenuidad, con menos exigencia...
Tal vez debiéramos entender que las personas, las situaciones,
están en nuestras vidas por algo, y que a veces
la sutil presencia de otro es suficiente
para un gran aprendizaje, para un gran cambio.
No son mejores las amistades que duran toda la vida,

que aquellas que duran solamente unos días...
No son mejores las relaciones para siempre,

que aquellas fugaces, que pueden cambiarnos la vida...
La intensidad no tiene relación con la permanencia en el tiempo...
Nada es para siempre, y cuando podamos comprender eso,

entenderemos que cada momento vivido con alguien,
cada instante sutil de la vida, tiene un mensaje para darnos,
nos ocurre por algo, y que a veces bastan unos pocos segundos
para captar el mensaje, y seguir nuestro camino,
o dejar libre al otro para que siga el suyo...
Claro que es lindo tener amigos de toda la vida,

relaciones intensas y duraderas.
A veces tenemos el privilegio de contar con ellas.
Pero otras veces, el roce es fugaz, casi imperceptible.
A veces ni nos cuestionamos para qué tuvo que pasarnos esto en la vida.
He aprendido que cuando uno da lo mejor de sí,

y toma lo que la vida, o la otra persona tiene para dar,
puede seguir su camino en paz, sabiendo que el contacto ha sido posible, y que algo bueno saldrá de ello.
Y fundamentalmente, podemos dejar que el otro

también se vaya en paz... sin reclamos, sin culpas, sin rencores...
Cada segundo puede ser una eternidad... de hecho,

la Eternidad, no es más que una sucesión de instantes...

Autor: Violetta Castañeda
Foto: webcindario.com

9 comentarios:

alter-ego dijo...

Hermana en Cristo,vengo a felicitar la Pascua.Cristo ahora está entre nuestros corazones,difundamos nuestra fe.

Recibe mi cordial saludo para tí y para los tuyos.

nickjoel dijo...

mi querida Graciela este escrito que nos has traido es sencillamemnte la gran verdad de nuestra existencia, somo un cumulo de situaciones de distintas indoles, en nosotros esta saber a cual darle mas importancia.......

es mejor vivir en la felicidad, que en la deprecion y la derrota...

besos querida, dios te bendiga

nieve dijo...

Para darse cuenta del valor de un año, pregúntale a un estudiante que ha fallado en un examen final.

Para darse cuenta del valor de un mes, pregúntale a una madre que ha dado a luz un bebe prematuro.

Para darse cuenta del valor de una semana, pregúntale al editor de un diario semanal.

Para darse cuenta del valor de una hora, pregúntale a los novios que esperan para verse.

Para darse cuenta del valor de un minuto, pregúntale a una persona que ha perdido el tren, el autobús o el avión.

Para darse cuenta del valor de un segundo, pregúntale a una persona que ha sobrevivido de un accidente.

Para darse cuenta del valor de un milisegundo, pregúntale a una persona que ha ganado una medalla en las olimpiadas.

Maravilloso post, me ha encantado. Un besote

Anónimo dijo...

felicidades a las dos, una por escribirlo y a ti Graciela por enseñarnos su luz, en esos versos tan sencillos pero eso no quita la profundiad que nos muestra.

besos!!!

Una dijo...

Pues sería lo más razonable,pero ya sabes cómo nos gusta complicarlo todo,o nos dan un poquito y deseamos más y más .Un abrazo.

Graciela dijo...

alter ego! gracias de corazón , un abrazo para vos y los tuyos!!

Nick,siempre tan especial en tus comentarios, querido Amigo, va un abrazote para vos!!

Ah nieve tus aportes, magníficos y llenos de significado!! Un lujito jaj. T.Q.M, gracias por tu visita!

javier, gracias corazón!

Teresa, gran verdad! es tan simple todo y lo complicamos ...tal cual lo expresas..liso y llano..somos complicados eh!!! uN abrazo y que estés muy bien, cariños a la familia!

Mariaisabel dijo...

Graciela, he visto un comentario tuyo a través del blog de Josep.
Sabes, hace muchos años tuve contacto por correspondencia con una adolescente argentina, se llamaba Graciela, luego y no sé porqué, dejé de saber de ella, pero siempre la he recordado
Al ver una Graciela y de Argentina, entré enseguida a tu blog, pero por tu edad no puedes ser tú, es imposible.
Cuando hubo tantos problemas en Argentina siempre pensé en esa chica, en que habría sido de ella y si sigue viva, de verdad que no la he olvidado.
Se llamaba Graciela Albornoz. Pero ya he visto que es imposible que seas tu, habrá tantas Gracielas, que es como buscar una aguja en un pajar.
Te pido disculpas por este serial que te explico, pero de repente he tenido necesidad de contártelo.
Un abrazo

Chapellina dijo...

Gracie, que bonita reflexión. Siempre me nutren!!

BESOS

Chapellina dijo...

Que bello angelito!!