miércoles, 5 de diciembre de 2007

LA SOLEDAD de Poldy Bird



LA SOLEDAD.




La soledad no es que no haya nadie.





La soledad es ir acompañado por la calle, ver algo que nos llama la atención y saber que uno no puede comentarlo, porque al que viene al lado no le importa, o no escucha, o se encoge de hombros, o mira y ni siquiera se encoge de hombros.


La soledad es oír que pasan por la radio aquella vieja melodía que nos eriza la piel y nos vuelve de dieciocho años los recuerdos... salir corriendo para decirle: "Vení... vení a escuchar..." y que él responda ya voy... y cuando llega al cuarto o a la cocina o al living, allí donde lo espera tu corazón y tu impaciencia, el locutor esté diciendo: "La melodía que acabamos de escuchar era..."


La soledad es que él haya regresado a casa, y en vez de quedarse con vos en la cocina mientras freís las milanesas, se vaya a leer el diario o a mirar el noticiero de T.V.
Y es que se olvide de que antes de irse a trabajar, a la mañana, quedaron en ir al cine por la noche y al llegar por la noche se quite los zapatos, la corbata y el saco y no mencione ni por casualidad la invitación.


La soledad es estar esperando, aunque el que esperemos esté junto a nosotros... junto, al lado... pero no CON NOSOTROS.
Oyéndonos, no escuchándonos.Mirándonos, pero no viéndonos.Estando... no acompañando, ni participando, ni tratando de entender.


La soledad es querer gritar que aquí, dentro del pecho, se revuelve un dolor formado por silencios, llantos disimulados, preguntas sin respuesta.
Es que no podamos decir que nos va mal, pero que tampoco podamos decir que hay una luz de entusiasmo y de ganas en nuestra vida.
ES RESIGNARSE que los demás lo vean a uno como apacible y dulce. Que piensen que esa apariencia es producto de una maravillosa paz interior, de una sabiduría que los años han ido dejando lujosamente en nuestro ser.


La soledad es empezar a decir: "Me da lo mismo", o : "No te preocupes...", cuando quisiéramos gritar:
"DEBE SER HOY Y AHORA", "QUIERO IR... QUIERO HACER... QUIERO VER... QUIERO HABLAR":"Dios mío, quiero hablar."
Hablar y hablar hasta decirlo todo, hasta sacarnos de adentro todas las palabras que el miedo y la tristeza y el desgano han ido amontonando y mutilando y nos pesan como si fueran bloques de granito...


La soledad es saber que la piedad de los demás no existe, que la infelicidad les causa espanto y miedo porque temen que sea contagiosa... es saber que para estar acompañados hay que bañarse, hay que peinarse bien, vestirse cuidadosamente y parecer totalmente despreocupados y dichosos, sin necesidades apremiantes, sin problemas... y sin que nadie, nadie se de cuenta que estás solo.


autor: Poldy Bird
Buenos Aires - Argentina
Foto: Graciela

3 comentarios:

Una dijo...

Entre otras muchas cosas más, sí , todo esto es una buena definición de la soledad.

Graciela dijo...

Si, creo que la lista podría ser interminable...en tantos sentidos nos "muerde" la soledad en el pasar de la vida...pero aún así no deja de SER MARAVILLOSA!. gracias camino incierto, hasta pronto...

Fernando Crisci dijo...

Hola Graciela, buscando en Google el texto "La soledad" de Poldy.... llegué a tu blog y no pude más que seguir "husmeando" cada una de tus publicaciones... gracias por aparecer mágicamente este día... que lindo que dediques parte de tu tiempo a compartir tantas cosas lindas...te dejo un abrazo desde Buenos Aires. Fernando